martes, agosto 24

Me siento de la chin...

   Siento cómo se acumulan lágrima a lágrima tantos sollozos guardados, 
cómo busco en mi inconsiente una solución sin sentido, 
un pasado tan distante, unos brazos que siento y no puedo ver.

¡Te extraño mucho! 

Siempre tuviste las palabras adecuadas,
siempre me escuchaste.

Siempre mi amigo, siempre mochileros <3!!
Cuídame bien. Y en lo que llego a las orillas del mar
que aún no he conocido,
guardaré la concha que me regalaste, 
como el regalo de un ángel, como mi amuleto...
Como lo que fuiste durante un tiempo para mí: un verdadero talismán.

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Desactivé los comentarios de esta entrada porque sólo buscaba desahogarme y, no es ser una insoportable, pero no quiero revivir este sentimiento al checar mi correo... No estoy lista para enfrentar lo que sea que me llevó a escribir esto.